Decepciones

Creo que las decepciones que nos llevamos en la vida, respecto a otras personas, son el resultado de la ideas preconcebidas que nos hacemos de los demás. Todo está a la vista si lo queremos ver…

Papás, hermanos, hijos, esposos, compañeros, amigos… son lo que son, lo que pueden y lo que quieren ser. Igual que cada uno de nosotros (por estructura de formación, por estrechez u holgura de pensamiento, por el momento en que su alma transita, por comodidad, por heridas que no se han querido trabajar, por apatía de consciencia, por tantas cosas)

No permitas que eso, que no puedes controlar en los demás, merme en tu ser, no entregues a nadie el poder inmenso que tienes para vivir y disfrutar tu vida, en esta vida.

Encárgate de lo que puedes controlar, que sólo es tu vida y lo que haces con ella, encárgate de construirte, de reconstruirte a partir de lo que hoy quieres, necesitas y te hace vibrar.

Trabaja en ti, en tus heridas, en tus herencias, en tus miedos, en encontrar esa chispa que hace que se encienda tu alma y baile, a pesar de lo que pase.

Permítete sentir lo que sientes, pero no te quedes ahí. Cuestiónate, replantea, reconsidera, lee, baila, canta, enamórate de ti, conviértete en el ser maravilloso que quieres ser, haz lo que tengas que hacer para verte en el espejo y amarte como a nadie, para apapacharte, respetarte y admirarte de ti mism@… toma acción, equivócate, respira, aprende, redirige y, mientras haces todo eso, disfruta el camino y asómbrate de lo maravilloso, sanador y satisfactorio del proceso.

¡¡Sé paciente y amoros@ contigo!!